lunes, 15 de agosto de 2011

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Hola, mi nombre es María, tengo 24 años.
Soy diseñadora de interiores, de géminis, mi color preferido es el gris topo azulado. Mi peor enemigo: las tarjetas de crédito, soy peligrosamente consumista.
Mi mirada sobre las vidrieras se asemeja a la de un hombre siguiendo los dotes de la mujer al caminar: A lo lejos identificamos el objeto de deseo, a medida que avanzamos nos vamos asegurando una buena ubicación desde donde apreciarlo con más definición, una vez que hemos logrado estar a la par, aminoramos la marcha, estirando lo más posible el momento de placer, y seguimos caminando a paso lento siguiendo con la mirada y poniendo a prueba la torsión del cuello de ser necesario. Debo confesar que esto es un acto reflejo irrefrenable, lo cual dará a usted la posibilidad de deleitarse con otras féminas al tiempo que mis ojos se salen de sus órbitas en un intento por traspasar el vidrio.  Si hace falta más para comprobar la verosimilitud de mi condición, basta con consultar al par de zapatos sin uso que reposan cómodamente en su cuna de cartón y papel de seda.
No solo eso, además soy portadora del virus VAI (Virus del Ansia Incontrolable). Está científicamente comprobado que los enfermos con el síndrome del alto consumo tienen un 43,18% más de probabilidades de sufrir también esta afección.
El tiempo de espera de un conmutador así como la carga de un sitio web con conexión lenta se pueden convertir, en cuestión de segundos, en el método de tortura más efectivo. 
Para paliar la crisis, mi gurú me enseñó el método de la cuenta regresiva partiendo del diez e involucrando todo el cuerpo: Cierro los ojos, aflojo los hombros, respiro hondo, inhalo... exhalo... y... diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos... pero claro, nadie adaptó esta técnica a personas mancas de dedo meñique. Helo aquí: otro tentador atributo que hacen de esta a la mujer perfecta e inigualable.
Pero si a usted todo esto aún no le parece suficiente, llamando ya, se puede llevar una suegra completamente de remate por el mismo precio. ¿Sus amigos son más elegantes? ¿Sus colegas, más exitosos? ¿Es la oveja negra de la familia? Ahora tendrá con qué regodearse llevándose totalmente de regalo a la suegra con mayor cantidad de enfermedades psiquiátricas diagnosticadas antes visto.
Llame ya, los operadores lo están esperando!

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