martes, 11 de mayo de 2010

NOTA MENTAL

Día 1
- “hola mery, ¿qué hacés? ¿venís a casa?”
- "ehhh… uh! justo hoy? me encantaría pero le prometí a mi abuela que la iba a acompañar a hacerse un edema."
Día 2 - “hola mery, ¿qué hacés? ¿venís a casa?”
- "Ay, parece a propósito, ja ja … mi viejo me invitó a un cine debate sobre la ganadería en los años 30, no puedo dejar de ir, imaginate! La proxima si?" (ya está… no llama más)
Dia 3
- “hola mery, ¿qué hacés? ¿venís a casa?”
- "Ay em uh… este… mmm… bueno, dale… " (Que mala sos para decir algo tan sencillo como NO! Vamos a darle un changui de ser un hombre que me haga pasar un buen rato. No seas tan jodida ¿querés?)
Hola hola ¿Cena? ¿Velas? ¿Copas de vino? ¿Música ambiental? No, no, no ¿Qué te pensabas querida? Cual macho de América me toma en sus brazos e intenta besarme apasionadamente, no estaba tan mal pero… me choca un poquito esta escena entre adolescente y hollywoodense, y se lo digo. ¿Para qué?
- “no no, perdón, no me siento cómoda.” (¡Dame alimento! Ofreceme algo de tomar, prepará el terreno)
- “¿eh? qué te pasa?”
- “no... bueno… no se, no me siento cómoda… creo que no tendría que haber venido…”
(¿Cómo salgo ahora del pozo en el que me acabo de meter? Solo Angelina Jolie puede salir invicta de una situación como esta)
- “ah no… todo bien, anda si querés pero… (estás loca)”
Uffff, encima de que sos un salame: ¿La loca soy yo? No, no, no, esto no puede quedar así. ¿Qué habías venido a hacer? ¿A pasarla bien? Bueno, que haga su trabajo y a casa.
Remen, remen, reeemen… bueh, mal que mal salimos a flote. Hablamos de nimiedades unos 15 minutos por reloj y:
-“¿Ya te sentís mas cómoda ahora?”(ri-sas y ahí volvio Robert Redford a poseerme.)
Bueh, vamos a hacer esto de una vez. Aceleramos la velocidad de la escena para no aburrir al público, ya conocen la historia. Mientras yo miro al techo y pienso:

“no es tan grandote como me lo acordaba…”
“Mi ex… ¿Qué querría con su mensaje inoportuno?

“¿Cómo me vuelvo a casa?”
“¿Mañana irá mi jefa a la oficina?”
“¿Eh? ¿Ya está?” Pero pero… todavía tengo frío. ¿Mi corazón? ¿Late? ¿Las pulsaciones? Normal. Bueh, te dormiste. Te doy 10 minutos antes de salir corriendo.
5….4… 3… 2…1…

- “bueeeno… yo me voy a mi casa”
- “¿Qué te tomás?”
-
(¡¿Que qué me tomo?! ¡¿Que qué me tomo?!) y… el tren si lo engancho, si no el 60. (perdedora)
La llamo a mi fiel amiga y no, no pasa más el tren. Vamos a por el colectivo…
- “Uhh, no tengo monedas.”
- “¡Yo tengo! a ver, sí sí, yo tengo”

Las 10 cuadras en auto más largas de la historia. Los semáforos más eternos y silenciosos (excepto por el sonido de su chicle, me repugna)
- “Acá nomás, dónde está esa gente parada”
- “Ah bueno, tomá monedas. ¿Cuánto sale?”
- “No tengo la menor idea.”
- “50 centavos… 1 peso… por si no te pasa alguna
(pero que generoso que sos) 1.50… bueno, tomá, con esto tiene que alcanzar”
- “Se. Gracias, hablamos, chau.”

-“Hasta Beccar por favor.”

NOTA MENTAL:
no hacer más caridad.